29 de octubre de 2013

Pictogramas de Iringa

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Amigas del camino


Iringa esta rodeada de varios lugares interesantes para visitar, para recorrer. Al borde norte de la ciudad, como a unos 7 km, recientemente descubrieron unos pictogramas que parecen relacionados con los de Kolo, en Kondoa al centro de Tanzania, que son muy renombrados y además declarados por la UNESCO patrimonio de la humanidad. Es una grandísima piedra que está pintada en rojo con dibujos de animales. Poca gente sabe de ella así que averiguar cómo se iba hasta allá demando una dedicada investigación,


Otro falso "Por aquí sí parece que es"






"Esta si parece"

 y estuvimos a punto de no lograrlo y apunto de Mavila ponerse furiosa con Sergio porque no dejó insistirle al guía que nos llevara hasta allá. Pero finalmente una media hora antes de que anocheciera después de haber estado un buen rato por entre púas y rocas, Sergio grito con júbilo indescriptible, -"Aquí está" Y a Mavila le tocó tragarse alegremente su preparado regaño y disfrutar con el descubrimiento.




Mímesis



iY 
Y finalmente!




Como postre, tuvimos jacarandás con luna de azucar.













24 de octubre de 2013

Isimila, sitio arqueológico de la edad de piedra.

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Panorámica de Isimila Stone Age Site

A unos 15 kilómetros al sur de Iringa se encuentra Isimila, uno de los más importantes sitios con hallazgos de la edad de piedra. Con herramientas que fueron usadas hace unos 100.000 años.

Decidimos como casi siempre ahorrar plata y además conocer más, interactuar más, así que nos fuimos en un dala-dala que tomamos en plena estación de buses, tratándole de decir al chofer que por favor nos avisara cuando tocara bajarnos para llegar a Isimila.

El dala-dala como siempre repleto de gente y por acá ya Tanzania adentro, son pocos los que dominan el inglés. Éramos los únicos muzungus y se veía que medio les parecíamos raros y reían con nosotros, parecía que les caíamos bien. Antes de alcanzar el lugar donde debíamos bajarnos ya todo el bus estaba avisándonos que nos tocaba ya nuestra parada. Nos dejaron en la mitad de la nada, con un sol inmenso sobre nosotros, con unas señas entre en inglés y en suajili, que tratamos de seguir al pie de la letra, nos metimos ladera adentro por entre un caminito de arena bien roja. Empezaron a aparecer una que otra casita construida con esta arena roja y tímidamente se asomaron sus habitantes que eran sobre todo señoras haciendo oficio y niños que no dejaban hacer.

Después de un kilometro y medio más o menos de caminada alcanzamos el sitio arqueológico. Había dos guías muy amables pero aparentemente sorprendidos por la visita, como si no fuera nadie. Este sitio a pesar de su importancia no es un punto turístico prominente. Para nuestra sorpresa notamos que el Lonely Planet, que generalmente es bastante preciso y que para mí durante el viaje es palabra divina, estaba muy pifiado en el precio de la entrada, ya que el que aparecía anotado en la última versión era de 5.000 Chelines Tanzanianos (TZS) y el precio que tuvimos que pagar realmente era de 25.000 cada uno. El descache era tan grande que creímos que nos estaban tumbando hasta que nos mostraron un papel con una ley que justificaba el desmedido aumento. 

La visita arrancó por el pequeño museo donde nos explicaron como se formó el sitio y cual es la historia geológica y arqueológica de la zona. El guía se demoró como media hora detallada minuto a minuto en el primer cartel y de ahí en adelante fue acortando y tiempo le hizo más rapidito.


Una vez terminamos de recorrer el museo arrancamos la parte más chévere que fue caminar por el cañon, un paisaje increíble con tintes surrealistas, una garganta inmensa llena de altos pilares de piedra que el viento a ido forjando a su antojo. Parece un bosque de brócolis gigantes petrificados. Vimos lagartijas de colores tan vivos que paracían de puro plástico de jueguete fino. Y como nos dijo Torta -"Lagartos vestidos con así entran a cualquier parte.


El guía, aunque se veía de buen tamaño y corpulento me parec que tenía mucha hambre y estaba desganado, aunque tenía muy buena voluntad y le ponía gran interés a la vaina, parecía fatigado. Una vez fuimos sacando el comiso que llevábamos, le ofrecimos y comió y se abasteció y comió y se abasteció ávidamente mejorando al 100% su desempeño. Me dio tristeza aunque también luego pensé que podría ser un simple guayabo, no se... Me alegré que le hubiésemos, en todo caso, alivianado su problema aunque fuera temporalmente.

Al lado del sitio arqueológico hay una pequeña familia mixta conformada dos bellos niños con papá de Tanzania y madre alemana. Ellos les venden bebidas a los poquísimos turistas que salen de Isimila. Allí conocimos a Mathew nuestra primera aproximación al mundo Masaai, trabajaba de guardia de seguridad, como lo hacen muchos otros Masaai, pero lo que realmente quería ser era guía turístico.

Mavila, Sergio, Anothony y Mathew


El regreso fue fácil y divertido. Primero duramos, como cosa rara, un buen rato, hasta que nos dimos cuenta de que estábamos en el costado equivocado de la carretera, que sí el bus pasaba, pasaría por el otro lado. En Tanzania se maneja por la izquierda y por más de que lo sepas y lo concientices la costumbre te traiciona una y otra vez. Una vez estuvimos en el lado correcto decidimos que echaríamos dedo. En esas pasó una enorme tractomula, ENORME y Sergio le puso la mano. Y oh! Que agradable sorpresa la tractomula paró. Paro bien adelantico ya que como buen carro pesado se demoró en frenar completamente. Se bajaron como 5 macancanes señores camioneros para darnos paso a nosotros. No encaramamos felices en el gigantesco vehículo, en el puesto de atrás, en la camita donde duermen. Nos dimos cuenta de que íbamos de ilegales o de que les podían poner problema porque, policía que veíamos, trapito que nos echaban encima para ocultarnos. En todo caso nos hicieron un favor muy grande y con tumbado de aventura...



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22 de octubre de 2013

Iringa

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Tanzania. Nos la atravesamos de sur a norte por el este y también hacia el puro centro, palmo a palmo, por carreteras, en sus enflechados buses que a toda velocidad van transportando, efectivamente y bien llenitos, sus gentes. 

Llegamos desde el norte de Malawi y entramos a Tanzania donde finalmente una vez pasado el royo llegamos a descansar al primer pueblo propiamente dicho después de la frontera llamado Mbeya. Es un pueblo de carretera, sin ningún atractivo y sí con mucho agite de buses y parada de trenes, así que solo estuvimos una noche para descansar, donde la única novedad fue que salimos antes del amanecer caminando rapidito y muy a oscuras hacia el terminal de buses, con nuestros morrales al hombro cuando a Sergio se le enredaron las patas y se fue de jeta contra el planeta y nos dejó rotos sus veintiúnicos bluejeans, un tobillo hinchado que molestó un par de días y al menos una historia  que contar en este pueblo antes de seguir al ya más célebre Iringa.



Iringa es una ciudad de unos 130.000 habitantes que se caracteriza por ser sede de muchas universidades. Es una ciudad culta, educada y mucho más limpia que cualquiera de sus pares africanas. Estuvimos en un hostal muy bueno  
Neema Crafts Workshop & Lodgey el más silencioso del mundo, no solo porque se encuentra en una zona muy tranquila del pueblo sino además porque todos los que allí trabajan son sordo-mudos y algunos con otras discapacidades. Una casa grande con aire de convento pero una obra increíble que pretende involucrar y darle aceptación a todas estas personas que han sido rechazadas en otros lugares y muchas veces discriminadas en sus propios hogares.


Acá trabajan todos felices, en silencio y productivamente y aunque no deja de ser algo extraño para uno como huésped se lo han arreglado muy bien. Por ejemplo para ordenar la comida a la carta en el restaurante encuentras en cada mesa hojas de papel y lapices de colores, que no son para que los niños hagan mamarrachos mientras sus padres almuerzan, sino que en ellas debes marcar lo que te vas a comer, en pequeños circulitos para rellenar y chulear, cual examen del Icfes, especificando todas las opciones. También al final del menú y en un libro en cada habitación encuentras una guía con los signos básicos del lenguaje sordo-mudo. 

Da mucha alegría ver a toda esta gente funcionando y trabajando. Tienen un taller donde hacen muchas artesanías, con papel, con popó de elefante, carpinteria, maquinas de coser, torno, muchos. Cientos de aparatos todos usados a su máximo provecho. El ambiente de convento se enfatiza por uno que otro primer mundista superdotado que esta entregando su vida a la valiosa causa del voluntariado, que además de los 2 o 3 idiomas europeos que habla, maneja suajili y un dialecto de la zona y que se viste de camisa blanca de manga larga divinamente planchada y pantalones o falda en tonos grises. La fundadora de Neema Crafts Workshop & Lodge es por ejemplo una formal y talentosa, tanto como inglesa y generosa que le ha cambiado la vida a cientos de personas.


Iringa es un pueblo grande pero relajado, todas sus calles están llenas de bellos árboles florecidos en violeta, Jacarandás, y aunque encuentras todas las facilidades siempre te sigues sintiendo como en finca. Bueno en realidad en todo el sureste africano nos hemos sentido como en finca, en una grandísima finca. Al rededor de Iringa también hay varios sitios de interés arqueológico ya los veremos próximamente en fotos y hablaremos de la visita a nuestros antepasados, por aquí al ladito de donde se originó la humanidad.



20 de octubre de 2013

La frontera, entrada a Tanzania


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http://www.flickr.com/photos/mavilita/sets/72157635711063806/


El invitador letrero al museo

Replica del Malawisaourios


La Frontera 13-09-13

Whiskypedia: Papasi: asesores de turismo, conseguidores de busetas, motonetos que te quieren llevar a donde tu quieres ir, pero que no te van a llevar.



Whiskypedia: Muzungu: Rana platanera.. en colombiano..gringo: cualquier aparecido con cara de afuera... Cachaco en costeño..y nosotros..y en Africa todo blanco o teñido en principio europeo que tenga una pigmentación menor al 18% de grises y chocolates.


Muzungo y otros simios


...finalmente nos fuimos de Malawi y de su lago y de Mayoka donde nos dimos unas vacaciones de 10 días delciososass, una cabañita tipo bollolimpio pero con paredes!..internet y restaurante (donde no hay la bacteria come mavilas)...

...después de 2 horas llegamos a Karonga un pequeño pueblo donde solo se ven monta-llantas, talleres de bicicletas y uno que otro Malawi-saurio la mayoría de la gente se desplaza en bici.... y el servicio de bici-taxi es excelente!...dormimos en un hotel medio perdido en un potrero 




y al día siguiente nos madrugamos con la intención de atravesar la frontera... a pie!... pues por aquí se acostumbra así!... llegas a la frontera de Malawi en taxi... te bajas... pasas por inmigración y caminas y... caminassss... con morral al hombro hasta llegar el puesto de control... de Tanzania ...perfecto... todo en regla..ufffhhh!... Que descanso.... y uno como colombiano que siempre es culpable!..por principio..y con esta fama!..pero todo bien!!.. salimos con nuestros morrales .. y apareció la nube de “papasis”: que yo los llevo! ..que la moto..que el taxi..que la moto es mas barata!!.. montémonos ... que nos llevan al terminal ..diz'que...disz'que al terminal de buses que nos llevaría a Mbeya la ciudad mas cercana a la frontera...y...lo que hicieron fue llevarnos a una plaza desértica donde no había naiden... 



solo un árbol flaco y alto que ni sombra daba, pues... eran las doce del día..ah!..un niño llorando con las manos arriba comenzaba a cruzar la plaza...pasaba el tiempo, el polvo y... una cerveza con etiqueta del monte Kilimanjaro ya se había desnevado producto del calentamiento global...y nada que aparecía el “bendito bus”..de pronto nos dicen: vamos , vamoss!!.. que llegó el bus!...corrimos como locos una cuadra y efectivamente vimos el buss—ettta!!!...entró rugiendo por la polvorienta calle... ..el bus estaba lleno !..y relleno!!.. y no había puestos como nos habían prometido los moto- taxistas, y el supuesto vendedor de tiquetes...lo que querían era tumbarnos!...vendernos el tiquete para luego revendérselo al chofer y de esta manera sacar su tajada y cobrarnos el doble...“papasi

...y lo peor y lo cierto es que no había puestos!..ni otro buss-etaa! que pasara por ese pueblo hasta el dia siguiente...y entonces : ...rapidA!..MavilA, cual mujer MaravillllA!!...,corre hasta la ventanilA del chofer ...y como por arte de magia pregunta en lengua Suahili:... Bwana amefanya? (señor!! tiene puestos?!!)... el hombre le contesta : ...Bila shaka, kama kuna kazi ..! Daima kuna ajira! .. Ambayo moja fit inafaa wote!..(claro que si hay puestos!..siempre hay puestos!..donde cabe uno caben todos!)...y aplicando la ley de la física..y la de la gravedad..hechamos pa'dentro como plátanos maduros en olla de frijoles!.. o lo que llaman rana de platanera en la costa y “Muzungus” por aquí.
y así logramos huir de los moto-babunes que nos querían tumbar y vendernos otro tiquete ..otro taxi... o hacernos el paquete Chileno en África...

finalmente a las 6 de la tarde la olla atómica llego pitando!!!.... al pueblo de Mbeya con Mavila y Sergio bien cocidos! 

Karibu Tanzania

Sergay



18 de octubre de 2013

Bahía Nkhata en el Lago Malawi - fotos y algo de crónica

Aquí las fotos de Nkhata Bay Parte 1



Aquí las fotos de Nkhata Bay Parte 2


Y estas son las  Fotos de Playa Chikale en Nkhata Bay 
una muy hermosa que queda al lado de la bahía Nkhata.

Y algo de crónica...


Sept 9

Cómo fue que llegamos aquí? La buena fortuna, la suerte. Un premio recibido por las incomodidades de los últimos días. Susan (o el hada madrina intensa) nos escogió. Infinitas gracias doy por tan altos beneficios. Aunque rápidamente me harté de ella, siempre le agradeceré el habernos traído aquí. Nos habló de mesa a mesa por encima de todo el mundo la última noche que comimos en el Ilala. Nos preguntó para dónde íbamos y dónde nos pensábamos quedar. Le contestamos que íbamos para Nkhata bay y que como llegaríamos cerca de la 1 de la mañana, o bien dormiríamos en el barco, para no andar de noche y para ahorrar, ó buscaríamos el AquaAfrica un hostal que, según el mapa era apenas cruzando la calle desde donde llega el ferry. Ella con la seguridad que la caracterizaba y con su voz ronca de cigarrillo nos dijo en un patojo pero muy firme español. - Yo estoy allí dos semanas y estoy 2 más semanas. Yo voy allá, ustedes ven conmigo. Y así fue como a la 1:30 AM llegamos, estábamos listos con nuestros morrales empacados y al hombro.

La salida dificultosa, MUY. Como un reloj de arena pero de pura gente, qué chichonera y que lucha para lograr salir. Ya abajo, la confusión continuaba, gente saliendo, entrando, gritando bajando maletas, bultos, cargas, todo muy oscuro y además recién despertados de una media noche pésima, la última en el Ilala que fue una atestada de gente. Recién salimos del muelle nos encontramos con un espectáculo muy aburridor. Dos macancanes negros descamisados estaban en una pelea, que mala onda, la primera pelea que veíamos en África. La gente amistosa había pelado el cobre. Un pequeño señor se encontró con Susan, ella le dijo que venía con nosotros. Que todo bien, que esperáramos un toque que tenía que recoger algo y listo. Todo parecía muy raro, pero nosotros seguíamos a Susan con fe ciega. La pelea seguía de lado.

Finalmente volvió el chiquitín junto con otro hombre y nos llevaron hasta un carro extraño donde nos montamos y después de unos minutos como por arte de magiannos estábamos bajando a la entrada del Mayoka Village Lodge donde empezaron la buenas noticias.

- No toca pagar nada por el transporte, está incluido.
- Esta primera noche, como ya es tan tarde, es gratis.
- El cuarto de ustedes es el número 4: Una cabañita soñada, con cama doble amplia con marco y toldillo amplio a todo el rededor, un buen par de mesas de noche con tabla intermedia y cajón, cada una con su lámpara, sábanas limpias, dos almohadas para cada uno, una gorda y una flaca. Dos cojines extra, espejo bien grande. Salita de estar con dos poltronas y mesa de centro. Balcón con 2 sillas y mesa también. En fin eran cosas tan simples pero comodidades infinitas que después de la noche en el Ilala ferry y en el último hostal parecían los lujos más suntuosos. 


Además la cabaña estaba prácticamente sobre el lago, el cual no veíamos aun pero oíamos. Para completar este paraíso Susan le preguntó al hombre que sí debíamos hacer check-in ya y el dijo que frescos, que descansáramos y que mañana cuando nos despertáramos, sin afanes, fuéramos a la recepción y cuadráramos todo con mi tocaya María.



Al final le pedí al hombre pequeño pero maravilloso (luego supe que su nombre era James) que sí nos podía conseguir agua y dijo de una, que con mucho gusto, que ya nos la traía. Cuando volvió con el agua me preguntó que sí nosotros fumábamos, a lo que yo conteste orgullosa que NO. llevo ya un año sin fumar :) Pensé por un instante y le dije que por qué preguntaba. El dijo haciéndose el despistado no - por nada, y ahí caí en la cuenta y entonces le pregunté Que si fumamos qué? A lo que el con una sonrisa contestó Malawi stuff. Yo me reí y asumiendo a que a lo que él se refería, le dije que SI. Entonces el me dijo que ya me traía un poco, que probará y que sí después quería más el me traería más. Así que ni corta ni perezosa le dije que listo. Y me fumé mi buen porro y me metí a soñar en mi castillo de angeo. ¡Gracias vida por tratarme tan bien!

Al día siguiente el perro se comió el porro y se nos entró el agua al housing en su primera prueba con la cámara adentro, no pasó nada grave. De resto puros placeres, nadar, sol, leer, comer, nadar, sol, internet, nadar, sol, leer, internet, comer, nadar, sol... 

No paro de agradecer el hecho de estar en este sitio. Le cambió por completo el color a mi primera y muy gris y desmotivada impresión de Malawi y su gran lago. Adoro Nkhata Bay y sobre todo el Mayoka Village Lodge


La zona noroccidental del lago se caracteriza especialmente por su inteligente población...



10 de octubre de 2013

Nuestra travesia en el Ferry Ilala

Para ver todas las fotos de la travesia en el Ferry Ilala siga este link:
http://www.flickr.com/photos/mavilita/sets/72157635457643149/

31 de Agosto

Anoche dormimos en Monkey Bay en un lodge bastante destartalado, para poder tomar hoy el Ilala Ferry por todo el lago Malawi. Y aquí vamos.



El recién renovado ferry ILALA


Dizque en primera clase, que en realidad es la cubierta superior del barco, es decir la descubierta, porque no tiene techo, es un “deck” enorme con un bar. No hay ni camas y solamente algunas pocas bancas. Pero está bien espacioso y sólo lo compartimos con una docena de otros turistas (bueno, el primer día porque el segundo...). Hay una clase más lujosa que es una cabina privada para dos personas. El precio de esta es más del doble de caro que el de primera clase, pero ahí tienes cama. El baño sí es el mismo compartido para todos. También están la segunda clase y la clase económica. Estas dos últimas son de carga, este barco transporta todos los bienes dentro de Malawi, es decir que allí se viaja con pollos, chivos, bultos de todo hasta de pescado y una chichonera absurda de gente, porque insisto en África donde cabe uno caben diez. Así que optamos por la primera clase. Hemos trasteado unas hamaquitas por todo el mundo y finalmente les llegó, como a todos, su hora de importancia, en este ferry.



Las hamacas envidiadas por todos los otros viajeros



De los que vienen en el barco somos varios los que estamos dándole la vuelta al mundo. Hay una familia lindísima de canadienses, papá y mamá, como por ahí de mi misma edad o más jóvenes con dos hijos, un niño como de 10 años y su linda hermanita de 7 más o menos quienes reciben clases de sus padres jugando y viajando y las tareas son referentes a los lugares visitados. Pienso en lo afortunados que son estos niños. Bueno, en realidad lo afortunados  que somos todos los que viajamos. También hay una pareja de australianos de 55 a 60 años, profesores, que están viajando un año por África. En el último año perdieron a sus padres y creo que un par de hermanos, así que decidieron salir a aprovechar la vida. Tanto ellos y los canadienses ya fueron de viaje por Colombia, cosa que me alegra muchísimo. Creo que los viajeros le hacen bien al planeta y a los sitios que visitan en general. A mí me llenan de sueños, de imaginar mundos lejanos, no conocidos, exóticos, de película. Es curioso pero este viaje ya está más emocionante que película y sin embargo sigo utilizando la metáfora, para hablar de algo estupendo. Estupendo es lo que está este viaje y afortunada soy yo de estarlo viviendo. Cuánto conocimiento adquirido en forma tan automática y placentera, por donde voy pasando aprendo algo nuevo, de geografía o de historia o de la gente o aprendo una palabra nueva en algún idioma que antes ni sabía que existía.

En nuestro piso también nos acompañan tres chicos de no más de 25 años que me hacen pensar en Harry Potter. El chico muy formal, muy blanco, muy inglés y con cara de aplicadísimo. Anda leyendo un libro bien gordo, de pasta dura y con fórmulas químicas que aparecen de tanto en tanto a las que les hace pequeñas anotaciones con un lapicito impecablemente tajado. También me recuerda a Juan o Pipe Recamán. Sus compañeras, ambas más blancas que blancox leen gordos libros tipo Corin Tellado pero en Inglés.


También tenemos a una viajera solitaria, aparentemente muy “cool” y definitivamente muy bizcocha. Se ve como muy segurina y experimentada, hasta ahora no ha dado mucha disponibilidad para acercarse y hablar. Completan el grupo de los turistas un par de adultos medianos, aparentemente alemanes u holandeses que van en sendas bicicletas con aparejos tipo Alvaro Moreno. A pesar de verlos en sus vehículos con todos los gadgets no dan la sensación de ser muy chéveres ni muy experimentados. Como que les falta bacanería. Bueno esos somos todos los que vamos en el penthouse de barco. Todos lo hemos tomado, me atrevería a decir, por el mero placer del viaje. De navegar el tercer lago más grande de África y como el octavo de todo el mundo. Digo que por el mero placer del viaje porque el ferry, atravesando de sur a norte del lago se demora tres días enteros lo que en un carro no creo que demore más de 10 horas.


A mí personalmente me fascinan los tiempos “muertos” de los viajes. Cuando vas en un avión, o en el aeropuero cuando ya hiciste el check in y sólo te resta esperar, o en un tren con 27 horas por delante, o en un ferry con entre 2 o 3 días porque entre otras te bajas en este caso, cuando te aburras.


1 de septiembre


La noche fue difícil. Estuvimos un rato bien en las hamacas pero el viento cambio algo y nos empezó a caer todo el humo de lo que sea que use este barco como combustible. Me cambié a un nuevo lugar, Sergito me ayudó a trastear la hamaca. Muy bien instalada, pero la dicha duró poco, ya que ahora empezó a brisar tan fuerte que ni con  toda la ropa puesta pudimos amainar el frío. Terminamos los dos arrunchados y arriconados contra la puerta del cuarto de timón, tirados en el piso con una hamaca debajo a manera de colchón y la otra de cobija. Pegadísimos y bien pegados pudimos más o menos conciliar algo de sueño.



El mapita que había dentro del barco


Ahora estamos en Mozambique, en Matangula en el mismo lago pero con otro nombre, lago Niassa. No hemos hecho inmigración oficialmente, pero estamos en Mozambique en todo caso. Y sí nos hemos hecho amigos del señor coordinador de inmigración, uno bien flaquito y con la cabeza chiquitina, habla portugués y dice que nos quedemos en Mozambique, que es bueno para construir una casa y criar una familia y que finalmente tengamos nuestras crianzas como debe ser. Le ha pedido a Sergio unas gafas de sol. Sergio le ha dicho que tiene unas pero que están rotas, el repuso que las podía arreglar y que nosotros compráramos unas nuevas en Tanzania que allá vendían unas molto bonitas. Le dimos las gafas y nos tomamos foto. El nos dio su dirección, no su email para que por favor le hagamos llegar la fotografía como remembranza. Por ahí revolotea todavía por donde Sergio queriendo hacer algo, un negocio, conversar, cambiar un billete algo, no se qué, cualquier cosa.

Continuará...
No olvide, si quiere ver todas las fotos de la travesia en el Ferry Ilala siga este link:
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7 de octubre de 2013

Entrando a Malawi: Lilongwe y Cape Maclear

En África donde cabe 1 caben 10



Para ver las fotos de Lilongwe siga este link
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Agosto 24

Después de otro día de safari como el anterior pero cada uno con sus nuevas y únicas sorpresas decidimos, convencidos por David (Malawiense encargado del Thornicroft Lodge) hacerle la intentona a Malawi. Aprovechamos que nuestros queridos compañeros de la comunidad europea se dirigían hacia Lilongwe, la capital y nos pegamos a ese parche amparados bajo la protección italo-española.

Llegamos a la frontera. Sin problema pasaron los italianos Francesca y Andrea. Paso Paula, la española, casi pasó Mavila y a Sergio lo llamaron de la ventanilla de al lado. La señora que allí estaba sí miró más detenidamente el pasaporte y buscando aparentemente Colombia en una lista, reía con el compañero al no encontrarla y ni siquiera saber en cual lista de continentes buscarla. Finalmente ya en tono muy serio dijo que necesitábamos visa, que no se podía sacar en la frontera, a no ser de que hubiéramos traído una carta desde la embajada de Malawi en Lusaka, la capital de Zambia. Es decir que no se podía hacer nada, que no podríamos entrar, que tendríamos que entrar nuevamente a Zambia, devolvernos y pagar visado nuevamente, seguir adelante es decir para atrás. Sergio y yo, sin mayor sorpresa, pues sabíamos que Malawi era de los países que pertenecen a la Commonwealth y que debimos haber sacado previamente la visa a través de la Embajada Británica en BogotáPara un colombiano demanda una logística muy complicada el asunto de las visas, pues si te pones a sacar todas las visas, las que ya has conseguido se ten van venciendo a medida que te sometes a los otros procesos. Así que nosotros solamente sacamos la visa de Sudáfrica desde Bogotá y visitaríamos los países donde pudiéramos conseguir la visa “at arrival” (a la llegada). Sin embargo por estar tan cerca de la frontera y tener tantas ganas de conocer Malawi, nos arriesgamos.

De repente un señor nos dice que entremos a la oficina y nos hacen dar la vuelta para entrar y ya no tener el odioso vidrio de por medio. El señor muy seriamente, pero todos sus compañeros mientras tanto haciendonos chistes, vuelve y nos explica otra vez, que no podemos entrar, que la carta, que Colombia, que bla, bla, bla, etc.

Nos dice el señor que sí él se pone de acuerdo con sus compañeros y etc., etc., entramos pues en la negociada, nos pueden dar la visa pretendiendo que sí traemos la carta oficial desde Lusaka. Yo ya resignada a no entrar y Sergio ya resignado a negociar.



Decidiendo qué hacer


Finalmente eso hicimos, pagamos el doble de lo oficial y finalmente la logramos obtener. Me sentí muy cochina y aburrida entre otras porque uno queda ya en manos de ellos y debes sonreírles y hacer chistes. Uno quería que le diera mi lapicero, yo le dije que era el de mi ipad, que imposible, y el muy sonriente me contestó que tranquila que me podía perdonar por eso. Me dio una rabia inexplicable, o más bien muy explicable, que me duró todo el día.

Ahora estamos de reposo en Lilongwe, la capital, organizando nuestro viaje al lago Malawi, que ocupa casi una cuarta parte de todo el país. Al sur del lago está Cape Maclear que es dizque un hoyo negro para los viajeros porque el que llega allí, ahí se pega y no quiere arrancar de nuevo. También nos estamos medio poniendo al día con nuestras publicaciones electrónicas pero el internet muy deficiente no colabora. Poniéndonos al día con las fotos que se siguen acumulando a borbotones, las experiencias también.





Para ver las fotos de Lilongwe siga este link

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La gente de Zambia y Malawi es tan amable que en tu paranoia de occidental te asustan. Cualquiera está dispuesto a desviarse para acompañarte hacia donde tienes que ir para indicarte tu destino y si uno les dice que no que frescos que muchas gracias entonces te piden insistentemente que les mandes un mensaje para indicar que llegasta bien y a salvo.



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Agosto 27

Cape Maclear o el paraíso a medias. Estamos al sur del lago Malawi,el tercero más grande de África, un absoluto paraíso frente a un mar de agua dulce al que uno no se debe meter debido de un parásito que le penetra la piel. De manera que es casi paraíso pues es un placer el solo contemplar tal masa de agua pero también es una contingencia dolorosa. Un ejercicio fuerte de autocontrol, una obligatoria reflexión acerca del planeta y los recursos.


Para ver las todas las fotos de Cape Maclear siga este link



Agosto 28

Hoy finalmente nadé en el lago. Qué placer tan delicioso. En el fondo sabía que tarde o temprano lo haría. Lo hice apoyada en una notica que nos llegó de Luis Fernando, el hermano grande y médico de Sergio, el que sabe del tema. Diciendo que la tal droga sí prevenía el tal parásito... “así que sí el lago está muy atractivo pues aprovéchenlo...” Y así lo hice con la mala suerte de que cuando salí y quise ir a bañarme, no había luz y no me salió agua fría por la ducha, así que me tocó juagarme de a poquitos con agua requete-hirviendo, con la sensación de no estarme bañando bien pero con la plena satisfacción de una buena nadada. Estamos en FatMonkeys un “lodge” bien montado donde todavía los dueños son los blancos y los que hacen el trabajo duro y sucio y seguro con menor paga son los negros. Están como los que parecen los dueños de lugar con algo de sus familias, niños y parejas. Está el profesor suráfricano que comparte “oficina” con nosotros. Nos cuenta que enseña inglés y malabares a los niños. De tanto en tanto se toca una canción ahí en inglés, lo hace muy bien. Divertido.

Ahora me mira un perrito negro labrador precioso, lo malo es que el desgraciado es un racista, como muchos otros de su especie que le han aprendido eso a sus amos y le ladra furioso a cuanto negro pasa por enfrente y si además de negro es pobre, se le tira encima :(





Espere nuestra próxima entrada sobre el Ferry Ilala en el navegamos 2 inolvidables días con sus noches por el lago.