3 de enero de 2014

India re-visitada 1: Bangalore

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India re-visitada 1: Bangalore 

El país que más duro me pareció, donde menos cómoda estuve, el único que me hizo llorar, fue el que, por alguna razón que no acabo de comprender, escogimos repetir. Contra todos los pronósticos volvimos a India. Misteriosa atracción que India ejerce sobre ti. El país más bello y también el más asqueroso. El más soñado desde afuera y el más cansón desde andentro. Donde la comida es tan variada pero al final todo va sabiendo a lo mismo. El de los aromas más exóticos, pero que en la calle normalmente huele a mierda. El más espiritual pero donde es imposible dejar de pensar en lo material. 

Esta vez volveríamos para conocer el sur porque la vez pasado lo tuvimos que brincar por motivos monzónicos. 20 días para recorrerlo. Tiempo apretado para ver todo lo que hay, difícil escoger que ver y que posponer, pero así lo hicimos para no llegar hasta el punto de saturarse otra vez de sus olores, sabores, y saberes.

Comenzamos el viaje en la cosmopolita Bangalore. Buen lugar para comenzar a undirse lentamente en su indio-sincracia. En apariencia muy occidental, sin grandes maravillas de esas que en India descuelgan quijadas, pero con suficientes atractivos para estar allí unos días.

Estuvimos hospedados en un hotel barato, pero en una zona elegante, llena de muchos parques y muy verde, las vacas sagradas no andaban a su antojo por cualquier esquina, pero si miles de tuc-tucs pitando como locos desenfrenados. Edificios grandes, calles relativamente limpias. 
























Monumentos, hitos históricos y geográficos, templos, parques, calles, recorrimos Bangalore, dejando que suavemente el ambiente de India nos abrazara a través de esta visita a la capital del estado de Karnataka

Me harta India y me encanta India, eso es India. Siempre habrá motivos de sobra para volver. Siempre quedará tanto por conocer. Tanta magia por descubrir. 

No estando allí, cualquier alusión, un aroma, un acento, un recuerdo, un ruido, una nota, una imagen, me hace estremecer tan profundamente como si hubiera nacido en el puro centro de Calcuta.




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