Ruta Fiordos de la Patagonia - NAVIMAG
Estuvimos inspeccionando los rincones del barco esperando que nos dieran la comida. La primera noche sería atracados en el puerto, cargando el barco, a la mañana siguiente zarparíamos a las 6 am y a eso de las 8 de la mañana estaríamos atravesando la parte más estrecha del recorrido.
Comimos y aunque apretujados, la comida estaba rica y abundante. Finalmente me fui a dormir, temiendo, los ronquidos de mis compañeros y sobretodo mi pipisiadera nocturna, no solo por la maroma de bajar y subir del camarote por encima de Charles, sino por el ruidajo que hacía la cisterna al pasar el agua, se sentía como si le hubieran dado un cañonazo al barco.
Durante la noche se oyó toda la montada de la carga. Me puse mis tapones de oídos y me aislé. Estaba realmente emocionada con este viaje. 4 días en este enorme barco de carga descubriendo paisaje, recorriendo mundo. Dormí un rato y me desperté con mucha sed. Después de meditarlo por un buen rato finalmente decidí bajar de mi nicho e ir por agua al restaurante. Al llegar me encontré con que estaba lleno de gente, la mitad durmiendo en las mesas y sillas tratando de hacer cómodo un cambuche, callando a la otra mitad que bebía y se emborrachaba.
Escribí algunas líneas en el Golfo de Penas:
Navimag? Navi-mal
Amadeo? Mas bien Odieo
Ballena? Yo
Estrecho? El barco
Angostura? La de la cabina
Ventisqueros? Un permanente ventisquero
Focas? Pocas
Delfin? Del fin no recuerdo nada especial.
Pescaron? Resfriados
Volcan? Si quiera no nos volcamos?
Glaciar? Muchas gracias
Con la mejoría de que en la mitad de camino quedamos con más espacio ya que unas veinte personas locales, que eran en su mayoría las que no tenían camarote y ocupaban el restaurante, se bajaron del barco en Puerto Edén, al sur del Golfo de Penas, pueblo que tiene unos 200 habitantes y al que sólo se puede llegar por barco, es el único pueblo existente en 650 km. Es una zona totalmente natural, no hay intervención humana.
Habitante de Puerto Edén y uno de los últimos indigena kawésqar vivo
Entre cadenas de montañas, islas, picos blancos, cascadas, rios, glaciares, estuvimos los 3 días mirando el paisaje, siempre atentos con la esperanza de ver ballenas y delfines. Nos maravillamos sobretodo con las aves que siempre acompañaron al barco apostando carreras y alardeando de su pericia. Por ahí se vieron colas de ballenas a lo lejos. Focas revoloteando alrededor varias veces. Atardeceres de luz misteriosa.
A medida que fuimos avanzando, a pesar de que las condiciones prácticas y de clima siguieron prácticamente igual, la delicia de ir de viaje borró las pequeñas incomodidades. Conocer, ver, oler y sentir, estar con otros viajeros, Charles el gigante canadiense resultó que también era gigante en bacanaría y ternura, la tripulación, la naturaleza, andar, recorrer, el paisaje alucinante, lo desconocido, la no rutina, los atardeceres divinos. Delicia pura para mí. Navegando por el fin del mundo. La alegría fue inmensa, simple, elemental. Quiero darle al vuelta al mundo una y mil veces. Maestría Mundo, Doctorado mundo. Todos los días De Vuelta al Mundo.
• Fiordos de la Patagonia 1
https://www.flickr.com/photos/mavilita/sets/72157645571957173/
• Fiordos de la Patagonia 2
https://www.flickr.com/photos/mavilita/sets/72157645117885910/
Espere la segunda parte en un par de días...
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