28 de diciembre de 2013

Zanzibar 5, Kizimkazi

Y seguimos descubriendo el paraíso en Zanzibar, esta vez en Kizimkazi al sur occidente de la isla principal.

• Kizimkazi 1
http://www.flickr.com/photos/mavilita/sets/72157639015861105/



• Kizimkazi 2
http://www.flickr.com/photos/mavilita/sets/72157639098537876/



• Kizimkazi 3
http://www.flickr.com/photos/mavilita/sets/72157639103826844/



• Kizimkazi 4
http://www.flickr.com/photos/mavilita/sets/72157639105904754/













Mi mansión el mundo
Hoy en medio del gozo de estar revoloteando en una piscina hermosa, jugando a ser delfín, justamente en Kizimkazi una playa-costa-acantilado en la isla Zanzibar, en el océano Índico, donde la gente acude específicamente para hacer el afamado safari de delfines, pensé que el mundo era una mansión. Le dije a Sergio y medio se burló de mí.

Al principio dejé que mi idea casi se desvaneciera, pero pensando bien porque se me habría en realidad ocurrido eso, se vinieron a mi cabeza como una proyección de diapositivas musicalizada de Iphoto las imágenes de las cataratas de Iguazu, las Victoria, las montañas del rio Li entre Guilín y Yanshuo, el parque Yosemite con sus enormes árboles y su impresionante domo. Un par de leones haciendo el amor en pleno cráter del Ngorongoro. La imponente Table Mountain de Ciudad del Cabo, el Cañon del Sumidero, escudo de Chiapas, la sierra Nevada de Santa Marta y finalmente los delfines que vi aquí en Kizimkazi revoloteando en el mar azul, igualitico que yo en la piscina pero con infinitamente más pericia, volví inmediatamente a pensar MI MANSIÓN EL MUNDO. Mí, porque es mio, nuestro, de todo el mundo. Entonces a cuidarlo, por supuesto visitarlo, recorrerlo y conocerlo.





La suerte de la temporada baja.
Los dueños de la finca. Temporada baja, rebaja y por lo tanto de rebaja. Además de conseguirse descuentos de hasta el 80% llegas al hotel y lo tienes todo para ti, como una finca, donde sin pagar administración mensual ni preocuparte por absolutamente nada, te la tienen impecablemente mantenida. La gente que pasa en lanchas por el frente nos mira con envidia de la parejita sola en tremendo emporio, con sus dos muelles miradores, 2 piscinas de visual sin fin sobre el mar, casita impecable de techo alto y fresco. No deja de ser muy extraño tener a los empleados de turno que ves por ahí pendientes de qué se te ofrece. No deja de darte pena no poder decirles: Por hoy no necesitamos nada más, vayan a descansar y gracias por todo. Nos vemos mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario